domingo, 27 de mayo de 2012

CARTA A ANTONIO VEGA


¡Querido Antonio!

Es curioso cómo pasa el tiempo; el propio y el de los amigos. De entre todos, unos ya tienen hijos con papillas de cereales, otros testamentos de bienes futuros y hay otros felices anclados en tabernas  del pasado. También los hay solteros esperando rebajas en amores y por supuesto aquí estoy yo, dejándome llevar e intentando acariciar el miedo sin contradicciones.

El caso es, que cuando nos juntamos los de las papillas, los felices, los solteros y los insatisfechos o simplemente nos hablamos, volvemos a dibujarnos como antes y surgen de nuestros ojos aquellos reflejos de amistad, de velocidad, de lealtad, de hermandad… pero también surge la música con sus canciones.

  Una de esas canciones ha surgido esta mañana, cuando hablé con mi hermano primo Nacho y me dijo que estaba escuchando Lucha de Gigantes. Hacía mucho tiempo que no la oía y al hacerlo el día cambió. Tu mirada íntima me caló y empecé  a preguntarme eso que seguro tú te preguntaste tantas veces;  cuál es el lugar que ocupamos en el mundo.

 Me senté acompañado de un café y al escucharla empecé a flipar sintiendo cada una de tus frases, pero sobre todo me colgué con dos de ellas: “ En un mundo descomunal siento mi fragilidad” y “ Me da miedo la inmensidad donde nadie oye mi voz “.Recuerdo cuando escuché esta canción por primera vez, no la entendía, ni siquiera me pararía en la letra, eran otros amaneceres.

Hoy me sumerjo en esta letra y paso sin miedo entregándome a  sus tildes y recreándome con su nostalgia y confusión. La piel se me estremece al pensar en tí, deseando que tu palabra me sigua descolocando el corazón.

"El sitio de mi recreo, El ángel caído, Una décima de segundo, Entre tú y yo, Se dejaba llevar"…, tus canciones, siguen siendo para mí máquinas del tiempo, pócimas de amor al vacío, mis poemas de cabecera.

 Antonio gracias por tu poesía de misterio y por desordenar mi habitación.








Y como la vida se cuenta por amores, aquí esta otro de mis amores, Enrique Morente, con una canción de Antonio Vega.




viernes, 25 de mayo de 2012

MI HOGAR ES LA VIDA



Mi hogar es la vida

No quiero hablar de la vida
mejor imaginarla tras una cortina.
Tenerla como amiga me envenena
y soñarla sin voz me adormece.

Tratando de inventarla me inventó.
Queriendo devorarla me engulló.

Así que mejor me acurrucaré
en el calor de un zapato
cerraré los ojos sin sueños y
contemplaré la profundidad de su huella.






Y como en este blog mando yo, la nostalgia ha tocado en mi puerta y me pide más 091                 
Con 18 años estos eran nuestros himnos y nuestras letras.                                                     
Escuchad esa armónica y a los hijos de la lluvia.



domingo, 20 de mayo de 2012

INDRA ENTRE MILHOJAS



Cada uno tenemos nuestras formas de agasajar a la gente que queremos y admiramos.
 Los toreros brindan apéndices de animales sagrados, los escritores engendran dedicatorias que paran el tiempo, los deportistas levantan al cielo del Olimpo laureles victoriosos.

Yo quiero a mi gente y se lo festejo, aliñando ensaladas de colores, tostando semillas invisibles, germinando recetas milenarias, endulzando bizcochos con nubes de almíbar… en fin cocinando para ellos.

Pero hay una forma más sutil, elegante y tierna de honrar a tus amigos  y  es con una sonrisa….una sencilla y dulce sonrisa. Como decía Neruda:” Quítame el pan, quítame el aire, pero no me quites tu sonrisa”....

Hay una chica en mi vida que tiene ese don y con él premia a la gente que quiere. Es como un chute de alegría condensada cada vez que la ves, es un ratito en el que flotas sin miedo de nada, es como un paseo por una alameda en el verano.

 Desde este, mi rincón secreto y pensando en tí, sólo decirte que ¡ánimo! que ya queda menos, que todo va a ir bien y que te esperamos con mil brazos abiertos.

 Besos y caricias también de Cairo, Blues y Jazz.




 MILHOJAS

INGREDIENTES:

400 g de pasta de hojaldre
5 cucharadas de azúcar glas
 2 cucharadas de cacao en polvo
Para la mousse de chocolate:
25 cl de leche, 2 yemas de huevo, 6 cl de nata líquida fría, 1 cucharada de harina y otra de maicena, 1 rama de vainilla, 50 g de chocolate negro al 70%, 50 g de azúcar, cacao en polvo para decorar.

ELABORACION:

Precalentar el horno a 210ºC. Extender el hojaldre con un grosor de 2-3 mm y cortar un rectángulo de 20x30 cm. Una vez en el horno cuando empiece a tomar color sacarlo y espolvorear con azúcar glas y caramelizar durante 2 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar.

Preparación de la mousse: hervir la leche con la rama de vainilla. Batir las yemas, el azúcar y a continuación añadir la harina y la maicena, y después una parte de la leche. Retirar la rama de vainilla, y volcar la crema en la cacerola con el resto de la leche y hervir dos minutos removiendo constantemente. Verterlo en una fuente, añadir el chocolate en trozos y mezclar hasta que quede fundido. Dejar enfriar.
Batir la nata líquida, bien fría, hasta que quede muy suave (chantillí) y mezclar con la mousse de chocolate.
Dividir el hojaldre horneado en tres franjas y montar el milhojas, alternando capas de crema y franjas de pasta. Espolvorear con cacao; consumir bien frío.



Un buen concierto también requiere de una buena compañía.

 Con María, Indra, Antonio, Daura… vivimos un gran espectáculo. Volvamos a ese día.





lunes, 14 de mayo de 2012

EL GRAN RUFUS WAINWRIGHT




La música esconde entre sus notas historias, sombras de pasiones, reflejos de tormentas del pasado y también silencios. En esta canción de Rufus lo que más me conmueve son los silencios, los espacios entre tecla y tecla, el contacto de la piel con el marfil del piano.
En el silencio encontramos las combinaciones que nos llevan a la unión con el Universo. 


SI DIOS FUERA UNA MUJER


El viernes que viene ya hace tres años sin Benedetti.
 Su ausencia nos sigue pesando y se eterna sonrisa nos siembra de futuro.




Si Dios fuera una mujer

¿Y si Dios fuera mujer? 

pregunta Juan sin inmutarse, 

vaya, vaya si Dios fuera mujer 

es posible que agnósticos y ateos 

no dijéramos no con la cabeza 
y dijéramos sí con las entrañas. 

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez 
para besar sus pies no de bronce, 
su pubis no de piedra, 
sus pechos no de mármol, 
sus labios no de yeso. 

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos 
para arrancarla de su lontananza 
y no habría que jurar 
hasta que la muerte nos separe 
ya que sería inmortal por antonomasia 
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico 
nos contagiaría su inmortalidad. 

Si Dios fuera mujer no se instalaría 
lejana en el reino de los cielos, 
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno, 
con sus brazos no cerrados, 
su rosa no de plástico 
y su amor no de ángeles. 

Ay Dios mío, Dios mío 
si hasta siempre y desde siempre 
fueras una mujer 
qué lindo escándalo sería, 
qué venturosa, espléndida, imposible, 
prodigiosa blasfemia.
                                 
                                          M. Benedetti

domingo, 6 de mayo de 2012

LA TARTA DE LA ABUELA ANGELES



Esta entrada al blog se la dedico a mi hermana Mª Angeles, fiel heredera de la dieta del café con leche y el pastelillo y como en todas las tartas de la abuela se correrá el riesgo de que el dulce te lleve a caer en  recuerdos de tiempos pasados. Un besito.




TARTA DE LA ABUELA
INGREDIENTES:
3 vasos de agua
Medio vaso de coñac
4 cucharadas soperas de azúcar
1 litro de leche
Canela en rama
Una cáscara de limón
8 yemas de huevo
4 cucharadas soperas rasas de harina de trigo blanca
12 cucharadas soperas rasas de azúcar
24 bizcochos como lenguas de gato. Los originales y sin duda los más ricos son los de la Confitería La Oriental de Guadix.
ELABORACIÓN:
Primero haremos el almíbar mezclando el agua, coñac y azúcar. Esto se dejará hervir y se apartará para que se enfríe.
En una cacerola se hervirá la leche con la canela y la cáscara de limón.
En otra cacerola pondremos las yemas mezcladas con la harina y el azúcar. Lo mezclaremos bien y a esta mezcla se le irá añadiendo poco a poco y sin dejar de mover la leche especiada( no importa que esté caliente). Así conseguiremos unas especie de natillas riquísimas. Aconsejo meter el dedo.
En una fuente bonita pasaremos a hacer capas. Primero de las natillas, luego de los bizcochos empapados en el almíbar de coñac hasta cubrir la fuente.
 Y así sucesivamente para terminar con otra capa de natillas. Para decorar se pueden montar una claras y poner encima de la natilla.




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Y como a la abuela le gustaba Neil Diamond….