lunes, 20 de febrero de 2017

IN EXTREMIS CON ACEITE DE SÉSAMO






Permite esta propuesta culinaria
mientras llueve ahí afuera.
Así que ponte cómoda
y déjate llevar por la astuta templanza
de un risotto con trufas,
del arroz que se entrega al almidón.
Seré tu depravado cocinero
hasta dar con la tasa perfecta
que eriza tus pezones,
y concede a tus labios
la espuma dirigida hacia el punto de nieve.
Para que estos manjares viajen hasta tu ombligo
y mi veneno mude al entrar en tu cuerpo
haré un maridaje de vinagre e hinojo
con virutas de dermis de naranja
y lo derramaré en migas de atún fresco
esperando en los ojos el misterio
de un código cifrado hacia tu cama.
Según el plan in extremis
el granate de un pesto
desatará las riendas de la sangre
y untará el delantal de corazones
inmunes al jabón y al avance del tiempo.
De postre pedirás chocolate en texturas
con lágrimas de menta entre dos cucharillas.
Me buscarás en cada pedazo derretido,
en la lengua que limpia entre las comisuras
e irrumpiré en tu mar
como el dios que codicia una oración
macerada en almíbar.