lunes, 8 de julio de 2013

ME RONDAN CRISÁLIDAS






Hacia un nuevo camino


Se encuentran días en los que el coraje lacra tu sangre.
Momentos, en los que cansados de delirar con días de fortuna,
anegados por montones de ropa nueva que nunca estrenaremos
 y saturados de fragancias de espera; decidimos cambiar la piel.

Envolver con papel de regalo nuestros golpes y amueblar
de una vez por todas los castillos en el aire.

Tu diario se queda a vivir en aquella plaza solitaria
 tan querida por sus arrayanes en alas de mariposas.
Ahora la soledad de las madrugadas para el tiempo,
 acariciando las rendijas de tu corazón.
Ahora la vida y sus cuatro paredes calientan tu espalda,
hasta el sol se hace amigo del hielo.

Cambiar abanicos de hechizos de amor por caracolas,
 será mi destino.
 Escribir poemas de amor a la dulce mi enemiga
en el vaho de los espejos, mi oficio.

Pero en la soledad cambiaré cada mañana de hogar, de fe y de nombre.
Olvidaré tras la resaca el olor de mi última amante y el color de su pelo.
La metamorfosis  de la crisálida me jurará eterna fidelidad.





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