sábado, 25 de febrero de 2012

SUPER FLUMINA

                        

                         



Super flumina Babylonis


Encima de las corrientes
que en Babilonia hallaba,
allí me senté llorando,
allí la tierra regaba,

acordándome de ti,
¡Oh Sión!, a quien amaba.
Era dulce tu memoria,
y con ella más lloraba.
Dejé los trajes de fiesta,

los de trabajo tomaba,
y colgué en los verdes sauces
la música que llevaba,
poniéndola en esperanza
de aquello que en ti esperaba.

Allí me hirió el amor,
y el corazón me sacaba.
Díjele que me matase,
pues de tal suerte llagaba;
yo me metía en su fuego,

sabiendo que me abrasaba,
disculpando al avecica
que en el fuego se acababa….
                    San Juan de la Cruz


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