domingo, 26 de mayo de 2013

MI AMOR A PROSERPINA





Proserpina, ¿dónde estás hoy?

El día nace color de otoño con flores en mi jardín.
La reina de Hades, sembrando su corazón unas veces de semillas de viento del norte y otras de doradas espigas de sol, maldice las caricias de Plutón, las lágrimas de las ninfas y  la sangre de aquella granada.

La tierra estéril siempre la espera, el color del invierno necesita del calor de su cítara, el frío le implora para escuchar el zumbido de las abejas.

Pero ella quiere huir de las cosechas, dejar libre a la noche de su alma,  buscar su verdadero amor lejos de las nieves del Averno, lejos de la diosa del trigo, lejos de las estaciones marcadas.
Vencer a la muerte, vencer a la resurrección, descubrir lo que une a la lascivia y a la inocencia, domar a la dualidad
y encontrar ese tercer paraíso mezcla de hombre y mujer.

Arenas de oro fino en otras playas, la promesa del primer espejismo en donde arder de deseo, el roce del primer beso eterno lejos de flores de bienvenida, el viento del jardín del pecado.







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